domingo, 4 de mayo de 2014

Psicopatología de la memoria.

La memoria sería la capacidad de adquirir, retener y utilizar secundariamente una experiencia (Serrallonga, 1980).
“La memoria es uno de los secretos más celosamente guardados de la naturaleza” (Tulving, 1995).
Es una de las facultades superiores del ser humano; un proceso psicofisiológico localizado en el sistema nervioso central que permite la capacidad de adquirir (de forma consciente e inconsciente) retener y utilizar, con esfuerzo o de forma automática, una experiencia. Por medio del cuál codificamos, almacenamos y recuperamos información.
Hay diversas maneras de clasificar la memoria; una distinción clásica es la que hace referencia a la modalidad temporal de la memoria. Distingue entre la adquisición de nueva información “memoria anterógrada” y el recuerdo de material anteriormente aprendido “memoria retrógrada”. Ambos tipos de memoria pueden resultar afectados de forma independiente en diversas patologías.
Se puede afirmar que la memoria, está ligada a la inteligencia y que siendo estimulada de forma conveniente, resulta imprescindible en nuestra vida, basada en una toma de decisiones en la que interviene la intuición y la capacidad de pensar, unida a la reflexión, que necesita a su vez, a los recuerdos (recientes y lejanos) precisamente mediante la memoria. La memoria conserva el pasado y lo actualiza en el presente. Nos encontramos constantemente fijando y evocando datos. Por la memoria existe la historia y el hombre tiene una de sus esencias: la historicidad. Con lo que podemos concluir de todo lo dicho, la importancia que tiene el conocer las causas así como posibles tratamientos de las distintas patologías asociadas a la memoria.
A continuación pasamos a comentar los diferentes trastornos de la memoria, divididos en: trastornos de la recuperación, del olvido y del reconocimiento.
Trastornos de la recuperación
Representan el proceso de localización y extracción del material almacenado. Se supone que este mecanismo radica en una red córticosubcortical, pero es difícil de estudiar, ya que rara vez estos trastornos aparecen aislados. Entre ellos se encuentran las hipermnesias y las hipomnesias:
Hipermnesias:
Es el incremento de evocar recuerdos. No es patológico tener una gran memoria, pero ésta ha de tener sus límites. Se pueden distinguir entre:
1. Falsas hipermnesias o pseudohipermnesias: producidas por la insistente búsqueda de nuestros recuerdos. (Por ejemplo: El paranoico se siente amenazado y rodeado de hostilidad. En consecuencia, y con el fin de demostrarse a sí mismo y a los demás el perjuicio y persecución de que es víctima, acumulan todos los detalles del pasado: que utilizan para dar solidez a sus argumentos y fortalecer la sensación de realidad de sus creencias, ya que para ellos la realidad del presente ha de apoyarse en el pasado).
2. Hipermnesias genuinas: surgen espontáneamente sin intervenir ninguna intencionalidad voluntaria. Dos tipos:
- Criptomnesia: Es el recuerdo inconsciente u oculto que al ser de nuevo evocado se interpreta como una idea nueva; comprende también diferentes anomalías mentales, relativas a acontecimientos, información, ideas e imágenes actuales. Los más comunes son los casos en que una persona demuestra de pronto dominar un idioma que no ha estudiado, da información falsa hallándose en trance hipnótico o plagia una obra ajena involuntariamente sin pretender disimularlo.
- Ecmnesia: se pierde la orientación del presente, es decir, el sujeto cree estar en el pasado. Por tanto, es una irrupción alucinatoria del pasado en la conciencia del presente, teniendo el sujeto la impresión de vivir como actual una experiencia anterior. Pueden producirse por intensos choques afectivos.
En la hipnosis profunda a veces se recuerdan acontecimientos largo tiempo olvidados. Aún así percepciones a las que no se ha puesto ninguna atención pueden aparecer en un recuerdo preciso.
Hipomnesias:
Se trata de una menor fijación, por déficit atencional hacia lo externo. Se presenta en la depresión o la esquizofrenia (falta de interés en lo circundante), en cuadros neuróticos, personas estresadas, inicio de una demencia, etc. Tipos:
1. Selectivas: en las que no se rememoran ciertos tipos de recuerdos, manifestándose de forma discriminativa. Son secundarias a la alteración de otras funciones psíquicas que interfieren a la memoria.
También llamadas alomnesias significando con este nombre que el trastorno mnémico es debido a otro factor, y por tanto, no son debidos a una falta auténtica de la capacidad de memorización; afectan de un modo selectivo a determinados recuerdos. Tipos:
- Alomnesias afectivas: que dificultan la evocación de los recuerdos más tristes en el maniaco y más alegres en el deprimido.
- Alomnesias catatímicas: que impiden la evocación de determinados recuerdos excesivamente ansiógenos. Un fuerte choque emocional intensamente desagradable, puede llegar a provocar, una “alomnesia lacunar”, que se extienda hasta en varios años vividos, incluso borre gran parte de la biohistoria.
Muy frecuentemente aparece en delincuentes, que ante el temor de ser condenados, rechazan todos cuantos recuerdos pudieran demostrar su culpabilidad, evitando su evocación. No es una simulación.
- Alomnesias situacionales: que surgen del poco interés que hacia determinados contenidos vivenciales tiene una persona. estudiantes que escogen una profesión careciendo de vocación en absoluto por la misma.
- Alomnesias por interceptación: (frecuente en la esquizofrenia), el paciente dentro de su dinámica pensante, siente perderse su pensamiento como desdibujado en una neblina. (por ejemplo, cuando hemos pasado una noche sin dormir o estamos muy cansados, al intentar ordenar nuestros recuerdos, a veces se desvanecen, olvidándonos de lo que queríamos contar).
2. Generalizadas o primarias: son hipomnesias no discriminativas, por lo que afectan a los recuerdos en relación con el proceso patológico que da lugar a las mismas. Puede existir una dificultad para fijar nuevas experiencias, o una dificultad para evocar las que ya formaban parte de nuestro bagaje mnésico. Se distinguen las amnesias y las dismnesias:
- Amnesias: Consiste en la imposibilidad de recuperar información almacenada con anterioridad. Las causas pueden ser de origen funcional (son factores psicológicos, y surgen como mecanismo de defensa…) u orgánico (que implican alguna clase de lesión cerebral, causado por distintos factores, enfermedades, traumas…) aunque también puede ser espontánea (como la amnesia global transitoria que afecta en su mayoría a persona de edad media avanzada…).
Tipos de amnesias:
a. Amnesia traumática: se produce en general por una lesión craneal (caída, golpe en la cabeza, etc), es transitoria y su duración se relaciona con la importancia del daño causado.
b. Amnesia disociativa: se refiere a un recuerdo reprimido a largo plazo, acontece debido a un trauma psicológico o emocional.
c. Síndrome Korsakoff: producido por el consumo de alcohol. Se produce una lesión cerebral debido a una deficiencia de vitamina B1, y su aumento es progresivo mientras se mantengan el consumo de alcohol y la alimentación del paciente. Se puede presentar asociado a otros problemas neurológicos.
d. Amnesia lacunar: es una pérdida de memoria debida a un evento específico.
e. Estado de fuga: conocido como fuga disociativa, es causado por un trauma psicológico. Generalmente es temporal, y según el Manual Merck, es definido como: “uno o más episodios de amnesia en el cual la inhabilidad de recordar algunos o todos los eventos pasados y también la pérdida de identidad o la formación de una nueva identidad ocurren cuando de repente, e inesperadamente, se viaja con un propósito fuera de casa”.
f. Amnesia de la niñez: conocida como amnesia infantil, es la incapacidad de recordar eventos de la niñez. Freud la atribuyó a una represión sexual, sin embargo, otros autores la asocian al lento desarrollo del lenguaje, o a partes inmaduras del cerebro.
g. Amnesia global: es la pérdida total de la memoria. Esto puede estar originado en un mecanismo de defensa debido a un suceso traumático. El desorden de estrés post traumático puede ocasionar el retorno de recuerdos traumáticos no deseados.
h. Amnesia psicogénica: es ocasionada por un factor psicológico, al contrario de la amnesia orgánica.
- Dismnesias: pueden estar en relación a la dificultad de mantener nuevas informaciones: dismnesia de fijación o dificultad para evocar de nuevo los hechos u objetos que antes se recordaban con facilidad.
La de fijación se comprueba en el paciente que no puede mantener en la memoria datos sencillos como nombres, cifras, pequeños sucesos, incluso a los pocos minutos de haber recibido la información, pero los puede recordar pasadas unas horas o días. Se presenta en los estados depresivos, en los síndromes ansiosos, en las demencias incipientes, cuando hay disminución del nivel de vigilancia o de la atención…
La dismnesia de evocación es la dificultad para recordar en el momento oportuno datos que antes se evocaban adecuadamente, pero estos recuerdos pueden aparecer en otras circunstancias sin esfuerzo alguno.
Las dismnesias se manifiestan de tres formas:
a. El eclipse de la memoria: es repentina y fugaz. Se debe a una fuerte inhibición de la evocación producida por la angustia o por la ansiedad. Pasado ese momento, el recuerdo puede ser perfectamente evocado (ejemplo, estudiantes ante un examen, en el que hay que exponer un tema y en el instante de responder desaparece la posibilidad de evocar las respuestas aunque las tenía aprendidas… sin embargo una vez pasado el examen, vuelve a poder rememorarlas con toda perfección).
b. La mnemastenia: Es de instauración lenta y se hace persistente. Se produce debida a un gran cansancio o agotamiento. Tras intoxicaciones alcohólicas, grandes esfuerzos o por la falta de recuperación en sujetos que han dormido muy poco. La evocación está tan dificultosa, que no se puede recuperar voluntariamente el material mnémico próximo. También suele aparecer en los estados depresivos.
c. La afasia amnéstica: Se instauran lentamente, son crónicas e irreversibles. Donde hay una imposibilidad de evocar vocablos que denoten objetos o nombres propios, en el momento que el sujeto intenta hacerlo. Solamente afecta a la evocación voluntaria, no a la espontánea. El lenguaje repetido, la comprensión de las palabras y lectura son normales. El sujeto ha de acudir a perífrasis, sustituyendo esas palabras por otras más habituales y dando rodeos en la conversación.
Trastornos del olvido
La función del olvido propiamente dicho, es impedir la sobrecarga de datos inútiles o de poco uso en el almacén de la memoria. Según las leyes de Ribot, se olvida primero lo último aprendido. Un recuerdo poco repetido pierde fuerza de evocación (ejemplo: los idiomas, si no se practican, los términos aprendidos se van borrando).
Un estímulo nuevo que está asociado por semejanza, proximidad o temporalidad a engramas(1) cotidianos, tiene menos posibilidades de ser olvidado. Y asimismo, las relaciones de sentido perduran más que los hechos poco comprendidos o confusos. Es más fácil memorizar si se capta primero la idea principal y luego los detalles. La repetición activa, el interés y la concentración facilitarían la memorización.
Sin embargo, cuando la pérdida de memoria no es atribuible a un proceso normal de olvido, es cuando aparecen los trastornos.
Éstos representan la contrapartida de las dismnesias… al fallar la función del olvido, permanecen indebidamente los recuerdos en la conciencia…, produciendo su presencia inevitable una continúa interferencia en el proceso mental.
Constituyéndose así, los llamados RECUERDOS PARÁSITOS. Cuanto más esfuerzo voluntario el sujeto efectúe para no acordarse de ellos, exagera aún más la presencia del recuerdo. Si tal recuerdo es angustioso y tiene carácter de impelencia, se denominan RECUERDOS OBSESIVOS.

(1) El engrama sería un hipotético cambio que se produciría en el cerebro al producirse un almacenamiento memorístico. Sería la correspondencia física de los recuerdos…

Psicopatología de la percepción e imaginación

La percepción, o sensopercepción, es el acto que pone en relación nuestra consciencia con el mundo exterior. en este acto, el individuo no es un mero receptor de datos exteriores, sino que asume una participación activa.

Dicha participación consiste en las tareas de seleccionar, clasificar y configurar significativamente los datos objetivos y, para ello, necesita integrar el material percibido con los datos provenientes de experiencias anteriores.

La atención debe entenderse como un fiel reflejo de la realidad, mientras que las falsas percepciones y las percepciones patológicas conllevan un falso reflejo de la realidad compartida.
El dato fundamental pata la percepción, como proceso psicológico, consiste en la certeza de la realidad, es decir, que lo que se percibe está ahí, en el exterior o en el interior de nuestro cuerpo, que realmente existe.


La imaginación por el contrario, se refiere al acto de representar los objetos que ya se han percibido con anterioridad. Pero la imaginación, en cuanto representación de la realidad, no es una exacta reproducción de esta, por lo que se entremezcla con el concepto de la imaginación creadora y se mueve en el mundo de los símbolos o de las imágenes.

La percepción, como proceso psicológico, se caracteriza porque lo que se percibe tiene un diseño determinado, provisto de detalles, unas cualidades sensoriales adecuadas, una forma estable y constante, independiente de la voluntad, carácter de objetividad o corporeidad y manifestación en el espacio objetivo.

La representación se caracteriza porque lo que se imagina tiene undiseño indeterminado, incompleto y con detalles aislados, falta de fidelidad sensorial, inconstancia de la forma, dependencia de la voluntad, carácter de subjetividad y manifestación en el espacio subjetivo, es decir, en la propia mente.


Hay dos tipos de representaciones:

Las representaciones de la fantasía que son representaciones inventadas y las representaciones mnésticas, que actualizan una percepción vivida anteriormente. Entonces podemos decir que una representación de fantasía es una percepción recreada en virtud de asociar los datos sensoriales con imágenes mnésticas distintas de las que integraron en su día la correspondiente percepción primaria. El sujeto suele experimentarla como un objeto irreal, un objeto meramente representado, que no había sido vivido anteriormente.

En la representación mnéstica, la percepción actualizada no es idéntica a la percepción vivida, pero si muy semejante a ella. El sujeto la experimenta como un producto real, con la evidencia de que constituye algo ya vivido anteriormente.


Los componentes y condicionamiento de la percepción son muy variados: desde el sustrato sensorial y neurofisiológico, hasta los factores sociales, pasando por el estado de ánimo particular del que percibe.


Los órganos de los sentidos y el cerebro, según el trazado que va de lo periférico a lo central, posibilitan en registro de datos, mientras que las múltiples sensaciones corporales están diversamente diferenciadas en cuanto a la capacidad de discriminación según el canal sensorial por el que se percibe el estímulo.

Pero lo que se percibe no se queda en una mera experiencia sensorial, sino que posee una determinada significación para cada uno de nosotros y una resonancia afectiva. Por ello, un particular estado de ánimo asociado a una motivación puede modificar y determinar nuestra percepción, hasta el punto de provocar un error perceptivo por su relación con los fenómenos de su gestión o autosugestión.

Para entenderlo mejor daremos un ejemplo:

Si un apasionado hincha de un equipo de fútbol está en el estadio compartiendo la excitación de miles de personas, se encuentra en estado de ánimo expectante, matizado por la ansiedad de que si equipo anote un gol, siendo la motivación la necesidad de ganar. Si un disparo a puerta ajustado al poste rebota en la parte exterior de la portería, el aficionado cree que ha sido un gol, y su reacción es gritar de alegría, hasta que aparece la cruel realidad que no se quiere aceptar. Se ha producido un error óptico, una ilusión determinada por la emoción y se ha visto lo que se esperaba ver.

Esto mismo sucede con ciertas experiencias que producen sentimientos de miedo, de amenaza o de desesperación, como ser sorprendido por un temblor, estar solo de noche en casa y percibir sonidos y sombras inexplicables, o encontrarse profundamente deprimido. Las emociones, el modo en que se vive la experiencia y, a veces, la difuminación de los límites entre lo real y lo imaginario, modifican nuestra percepción y se cae en la fantasía, bien positiva y creativa, bien negativa e insoportable.


Las pseudopercepciones:
Los trastornos perceptivos más importantes son los errores perceptivos, que el lenguaje común se denomina engaños a los sentidos, y que se dividen en ilusiones y alucinaciones.

Las ilusiones
Son deformaciones de los objetos percibidos. Así en este caso realmente se percibe algo, pero se le da un significado diferente al que tiene. Por lo tanto hablamos de percepciones falseadas o errores de reconocimiento.

Por ejemplo, tomar por figuras amenazantes en la oscuridad de la noche lo que en realidad son árboles.

Las ilusiones se dan a causa de:
1. Por defectos patológicos de los órganos sensoriales
2. Por problemas de la atención
3. Por trastornos de la consciencia (oníricas)
4. Por modificaciones del humor y de las emociones (catatímicas)
5. Por producciones de la propia fantasía (fantásticas o pareidólicas)

Las alucinaciones:
Se definen como percepción si objeto. Por lo tanto se trata de la invención de un objeto inexistente ya que no fundamenta en estimulo alguno.


Se distinguen tres tipos básicos de experiencia alucinatoria:


Debe quedar muy claro, que los tres tipos son, en el fondo el mismo fenómeno de alucinar. Ahora bien la distinción se basa en que dicha experiencia puede manifestarse de diferente manera tanto por lo que se refiere a sus características como por el tipo de paciente que la viva y la causa que la provoque.

La alucinación sensorial se produce mayormente a causa de disfunciones cerebrales secundarias a ciertas enfermedades, como la epilepsia, o alguna ingestión de sustancias toxicas, pero también se pueden manifestar en pacientes sin problemas cerebrales, como algunos esquizofrénicos.


La alucinosis se produce siempre a causa de lesiones en los receptores periféricos o en los centros corticales, por lo que la causa es neurológica en todos los casos.

La pseudoalucinación siempre tiene un carácter funcional, carece de base orgánica, es un fenómeno más imaginativo que perceptivo y se observa específicamente en ciertos pacientes esquizofrénicos, especialmente los que sufren trastornos paranoides.

Las dos primeras cualidades podrían integrase en una sola: la objetividad espacial. La alucinación sensorial tiene una estructura homogénea y similar a la percepción, al igual que la pseudoalucinaciónse corresponde mucho más con la representación que con la percepción y aunque existe convicción de realidad, no se experimenta lo percibido en el campo externo u objetivo es decir, fuera de uno mismo, sino dentro de uno, en la propia mente o dentro de la cabeza.

Características comunes de las personas que sufren de experiencias alucinatorias:

· Actividad alucinatoria persistente o intermitente.
· Resistencia a comunicar la experiencia a los demás.
· Sentimientos de perplejidad, de excitación, de pérdida de control y de estado de humo ansioso e irritable en la fase inicial.
· Pérdida mayor o menor del juicio de realidad y conducta congruente con la temática alucinatoria y/o delirante en la fase crónica.
· Asociación con otros síntomas perceptivos, así como de otras áreas funcionales.

Dicho esto, las alucinaciones también se pueden clasificar con respecto a su complejidad y al canal sensorial por el que se perciben. Según la complejidad se clasifican en simples(ruidos elementales, amorfos, luces en forma de fogonazo, etc.) y complejas (melodías, imágenes e incluso actividad de varios personajes en el medio externo al paciente, por lo que se denomina escénicas)

En relación con la esfera sensorial o canal perceptivo se clasifican en acústicas (auditivas), ópticas (visuales), olfativas, gustativas y táctiles, cenestésicas y cinestésicas.

Alucinaciones acústicas: se experimentan como ruidos o sonidos (acoasmas), o bien murmullos, voces, palabras e incluso frases.





Alucinaciones visuales: se presentan, sobre todo en personas que padecen de trastornos orgánicos cerebrales, enfermedades oculares y del nervio óptico, infecciones agudas, intoxicaciones graves (alcoholismo) donde pueden ver objetos móviles, animales, personas, demonios, etc.


Alucinaciones gustativas y olfativas: suelen asociarse también a estados de sugestión (especialmente cuando alguien espera la presencia de un olor o un sabor). Algunos pacientes influidos por sus delirios pueden sentir olores a veneno en sus comidas e incluso saborear cosas desagradables.

Alucinaciones táctiles: se refieren a sensaciones en la piel o sensaciones de contacto: pinchazos, insectos, picor, etc.

Alucinaciones cenestésicas: referidas a la sensibilidad general del organismo y de las vísceras, por ejemplo una mano invisible que le aprieta en corazón, bichos en el estomago, etc.

Alucinaciones cinestésicas: se refieren a las sensaciones demotricidad el cuerpo y se presentan en los cuadros de intoxicación de alucinógenos y algunas esquizofrenias paranoides, como: me elevan del suelo, me empujan con fuerza, etc.

Psicopatología de la atención.

La atención

 La atención no es una facultad especial de los seres vivos, es un aspecto activo y parcial de la percepción, mediante la cual el sujeto se sitúa en la mejor posición para percibir un determinado estímulo.
Continuamente inciden sobre nosotros estímulos de toda clase, pero en un momento determinado nosotros sólo percibimos unos cuantos, algunos de forma acusada y clara, otros de forma vaga y marginal, y la mayor parte pasan inadvertidos.


Una persona dirige su atención hacia unos u otros estímulos en función de la importancia que esos estímulos tengan para el sujeto.Ortega y Gasset decía que atender una cosa es a la par desatender a otras.

Tipos de atención:


Atención espontánea, refleja o involuntaria: Atención en la cual la causa de la reacción atentiva proviene del exterior, atendemos a el estimulo sin haberlo preparado previamente. Es un estimulo muy intenso y la atención se dirige a él sin deseo del sujeto.


Atención voluntaria: La causa de la reacción atentiva proviene del propio sujeto. Son las motivaciones del individuo y no los estímulos los factores que hacen que el individuo dirija su atención a los estímulos que el quiera.


Atención habitual: la causa de la reacción atentiva proviene de los hábitos del sujeto. Son los hábitos los que inducen a dirigir su atención hacia determinados estímulos.


Trastornos cuantitativos


Por aumento:

Hiperactividad de la atención, también conocida como hiperprosexia


Por disminución:

Hipoprosexia: descenso de la capacidad atentiva.


Aprosexia: falta o perdida completa de la capacidad atentiva. El individuo es incapaz de mantener la atención. Es lo que ocurre en los niños hipercinéticos.


Trastornos cualitativos

Paraprosexia: cuando aumenta la atención espontánea y disminuye la atención voluntaria.


Los trastornos de la atención pueden ser causados por condiciones anormales y disfunciones en tres áreas de la conducta del individuo: la consciencia, la afectividad y la psicomotricidad, estando o no medidas dichas disfunciones pro daño o afectación cerebral.


Así pues, un individuo afectado por obnubilación, delirium o cualquier otra alteración de la consciencia, ansiedad o depresión como estados alterados dela afectividad, y los estados de inquietud psicomotriz, entre otros, originan graves dificultades para mantener fijada la atención voluntariamente en un objeto o situación, comprometiendo en grado variable, según la gravedad de la patología, el rendimiento correcto de la atención.


Tradicionalmente, los trastornos de la atención se han dividido, según su expresión clínica, en hipoprosexias, asprosexias, pseudoaprosexias e hiperprosexias.
La hipoprosexia y la aprosexia consisten, respectivamente, en los grados ligero e intenso del déficit de atención. El individuo es incapaz de enfocar, fijar y mantener concentrada la atención hacia un objeto y se presenta, por ejemplo, en pacientes ansiosos, depresivos niños hiperactivos y en casi todos los déficits de la consciencia.En estos casos, los pacientes muestran una atención lábil, inconstante, una condición que supone expresión de apatía.

Las pseudoaprosexias son como todos aquellos conceptos que comienzan con el prefijo pseudo, una falsa distractibilidad, un déficit aparente de la atención, ya que en realidad, el paciente puede ser capaz de fija la atención pero sólo en determinados objetos de su interés. Así que el individuo con pseudoaprosexia muestra una aparente ausencia de relación con el medio externo, pero conservando y manteniendo la atención respecto a dicho medio, especialmente a las reacciones de las otras personas.


La hiperprosexia es una exacerbación de la atención. Se trata de focalizaciones intensas, exageradas y transitorias en el transcurso de los estados anormales de consciencia que hemos designado como hipervigilancia, o en los estados maniacos de los trastornos bipolares o psicosis maniaco depresiva.
La hiperprosexia es, en realidad, distraibilidad, o sea, cambios bruscos de la atención, donde su desplazamiento de un objeto a otro es constante. El estímulo exterior más imperceptible es capaz de atraer, ya que existe una atención demasiado dispersa y, sobre todo, inestable.
Trastornos de la orientación en el tiempo y espacio.


La desorientación alopsíquica, supone, como ya se dijo, dificultades para precisar los datos respecto a nuestra situación en el tiempo y el espacio. La exploración de la orientación del individuo en dichas dimensiones tiene mucho interés psicopatológico, ya que si se observa algún trastorno en sus modos de experiencia quiere decir que existen problemas en la memoria, en la atención y/o en el pensamiento.


Cuando los enfermos se orientan simultáneamente o de forma alternativa, hacia elementos correctos e incorrectos del tiempo y del espacio, se dice que existe una doble orientación (también llamada orientación alopsíquica delirante).


Por lo que se refiere a la desorientación temporal hay pacientes que pueden perder la noción de la fecha y el día de la semana, situación frecuente en pacientes que están mucho tiempo hospitalizados. Pero en este caso no existe una causa cerebral, sino que influye otros factores más psicosociales como el aburrimiento, la falta de estímulos, el estado de ánimo, etc.


La desorientación espacial puede dar lugar a situaciones psicopatológicas muy diversas. Una situación muy frecuente en estos casos es la de los pacientes que, dependiendo de la hora en que viven, se orientan respecto al lugar con más o menos dificultad. Así, un enfermo aún puede saber, durante el día, que se encuentra en un hospital y demuestra su sufrimiento, pero no sabe donde se encuentra el hospital , ni sabe cuál es, por la noche, sin embargo, cree estar en su casa y busca desesperadamente cosas personales que no encuentra.


En otros casos el paciente que está ingresado en un hospital cree estar en su casa e identifica al personal con familiares. Pero también sucede lo contrario, es decir, que el enfermo está en su casa pero cree que está en un hospital y confunde a sus familiares con personal sanitario.

Cortometraje Alzheimer-La distancia más larga






El Alzheimer podría estar relacionado con infecciones por hongos


Un grupo de científicos ha observado que los pacientes con alzhéimer poseen elevados niveles de proteínas y polisacáridos de origen fúngico en la sangre, lo que demuestra la existencia de micosis diseminadas en estos pacientes.


"Además, el análisis directo de muestras de cerebro de pacientes fallecidos indica de manera clara la existencia de proteínas fúngicas, demostrando que existe invasión de hongos en el sistema nervioso central", declara Luis Carrasco, catedrático de Microbiología de laUniversidad Autónoma de Madrid y director del equipo responsable de la investigación.

El trabajo ha sido publicado en "The Journal of Alzheimer’s Disease".

En estudios anteriores el mismo equipo había demostrado la existencia de infecciones fúngicas en pacientes con otras enfermedades neurológicas, como algunas retinopatías y la esclerosis múltiple. El análisis de ADN fúngico, realizado mediante la técnica de PCR, sirvió a los investigadores para determinar las especies de hongos presentes en las muestras de cerebro.

De este modo los expertos llegaron a la conclusión de que existen diversas especies de hongos en un mismo paciente y que pueden variar de un paciente a otro: "Esto coincide con la evolución y severidad de los síntomas, que es muy variada".

Problemas cognitivos
Para los investigadores estas evidencias sobre la existencia de infecciones fúngicas en pacientes con la enfermedad de Alzheimer abre un nuevo campo de investigación de la etiología de esta enfermedad.

"Estudios futuros en este sentido servirán para determinar el papel desempeñado por las micosis diseminadas en la aparición y desarrollo del alzhéimer", detallan.

Entre las enfermedades neurodegenerativas, la enfermedad de Alzheimer es una de las más graves, afectando fundamentalmente a personas de edad avanzada. Los pacientes con esta patología presentan problemas cognitivos, en algunos casos demencia, y en la mayoría existen deficiencias vasculares en el sistema nervioso central. Sus causas son objeto de una intensa investigación en muchos laboratorios de todo el mundo.


Vía: Globovisión

Hallan en la cafeína propiedades contra el Alzheimer

Autor: Editor ER el Mar, 08/04/2014 - 21:57.

De acuerdo a un estudio de la Universidad de Bonn y Lille (Francia) la cafeína no solo ayudaría en la concentración y a mantenerse despierto, sino que también a largo plazo contra el Alzheimer.




El equipo de investigación descubrió en sus ensayos con ratones que una sustancia activa parecida a la cafeína impide el almacenamiento de la proteína Tau en el cerebro. El depósito de esas proteínas Tau es uno de los dos indicadores principales de la enfermedad de Alzheimer.

El efecto positivo de la cafeína en otros indicadores como la proteína Beta-amiloide, uno de los principales responsables del Alzheimer, ya se ha probado con anterioridad en ratones. En esos estudios la cafeína redujo de forma significativa los niveles anormales de proteína Beta-amiloide. Ahora el equipo de la profesora de Bonn Christa Müller y su colega David Blum de Lille constataron por primera vez el efecto de la cafeína también en la proteína Tau.

La profesora Müller destacó el resultado del estudio como "un buen paso hacia delante" que refleja "efectos muy positivos y con efectos secundarios reducidos" en un modelo animal, donde la enfermedad se desarrolla de manera muy similar a los humanos.